No hay limitaciones técnicas en cuanto a la frecuencia de uso, pero según tu estado físico individual, te recomendamos lo siguiente: Si no has realizado entrenamiento EMS anteriormente o has tomado una pausa prolongada, se recomienda hacer una sesión de EMS por semana durante las primeras 10 semanas. Esto ayuda a que los riñones se adapten a los niveles elevados de CK en la sangre que ocurren durante el entrenamiento EMS. Después de las primeras 10 semanas, puedes aumentar a 2 o, como máximo, 3 sesiones por semana, siempre respetando un descanso de 48 horas entre cada sesión. El programa de relajación se puede aplicar diariamente, ya que se utiliza una intensidad más baja.